Este es sobre todo un blog de Ciencias Sociales pero como no creo que se deban hacer compartimentos estancos en el conocimiento, he querido que esté abierto a otros temas en las fronteras de las Humanidades.
Un mundo de campesinos analfabetos, pero dispuestos a creer las verdades que la Iglesia cristiana les enseña. Y para que puedan creer mejor en ellas, la palabra del sacerdote se va a ver complementada con las imágenes. Ese es el sentido último de la escultura y la pintura románicas: servir de adoctrinamiento visual, empleando la imagen al servicio de la religión.
Saint-Pierre de Moissac
Por ello, encontraremos antes que en ningún sitio esas imágenes en las portadas de las iglesias y catedrales, de manera que los fieles puedan contemplarlas ya antes de entrar en el templo: unos relieves les mostrarán, por lo general, que Jesucristo ha de volver una segunda vez a la tierra y que lo hará para juzgar a los vivos y a los muertos. Tal es el sentido del Pantocrátor o Cristo juez que encontramos en muchos de los tímpanos románicos. Un modelo semejante se desarrollará también en los ábsides, espacios que cierran el presbiterio y hacia donde se dirigen las miradas de los fieles durante las ceremonias religiosas, aunque aquí se recurrirá habitualmente a la representación pictórica.
En febrero del 2008, en una subasta londinense, alguien pagó más de 300.000 euros por el mural de un grafitero en el que unos monos con un cartel al cuello se ríen de los tontos seres humanos; días antes, alguien había pujado en Internet con 270.000 euros por un dibujo estampado por las buenas en una pared de Londres. El precio no incluía ni la extracción de la pintura del muro ni la reposición de la pared del (afortunado) dueño de la casa en cuestión.
El autor de las dos obras era el mismo: Banksy, el grafitero enigmático, el más famoso del mundo, el más cotizado, criticado, admirado, perseguido y comentado. También el más misterioso, escurridizo y silencioso. Ha llenado de sus pinturas el muro de Gaza; ha entrado subrepticiamente -disfrazado con barbas postizas, sombrero y gabardina de exhibicionista de chiste- en los más grandes museos del mundo para colgar obras suyas llenas de un humor cachondo al lado de cuadros venerables; ha pintado sobre cerdos y elefantes de verdad; ha hecho exposiciones multitudinarias en Los Ángeles; ha vendido cuadros a Brad Pitt y Angelina Jolie...
Otras de sus ocurrencias la realizó en 2006, cuando reemplazó los CD de Paris Hilton por otros con sus propias mezclas musicales a las que tituló con preguntas como ‘¿Por qué soy famosa?’, ‘¿Qué he hecho yo?’ y ‘¿Para qué sirvo?’. También cambió las fotografías de la portada del disco y del folleto interior donde aparecía Paris con cabeza de perro o su cabeza con cuerpo de maniquí.
Pero nadie fuera de su círculo de amigos sabe con certeza su nombre verdadero, ni la forma de su cara, ni su estatura, ni su biografía, ni la cuantía de su fortuna (si es que tiene) ni su lugar de residencia o su número de teléfono o de fax. En Bristol, la ciudad en la que nació (aunque no se sabe en qué barrio), la mayoría de los jóvenes le adoran; la policía, en cambio, le considera un gamberro. Él se ha autodefinido como "vándalo profesional". Los turistas hacen tantas fotografías de sus dibujos callejeros como de los barcos del puerto; su libro se encuentra entre las camisetas y las catedrales de miniatura en las tiendas de recuerdos; a los empleados de la limpieza de los vagones de los trenes de esta ciudad les entregaron el año pasado una guía de arte grafitero para que aprendieran a identificar sus pintadas y conservarlas.
Según Tristan Manco, Banksy nació en 1974 y creció en Bristol, Inglaterra. Hijo de un técnico de fotocopiadoras, entrenó como carnicero pero se vio implicado en el graffiti durante el boom del aerosol en Bristol de finales de los 80. Su trabajo, en su gran mayoría piezas satíricas sobre política, cultura pop, moralidad y etnias, combina escritura con graffiti con el uso de estarcidos con plantilla (conocidos generalmente como stencils, del inglés). Su arte urbano combina escritura con una técnica de estarcido muy distintiva, similar a Blek le Rat, quien empezó a trabajar con estarcidos en 1981 en París; y miembros de la banda de anarco-punk Crass, que mantuvieron una campaña en las instalaciones del metro de Londres a finales de los 70's e inicios de los 80's. Banksy reconoció la influencia de Blek diciendo "cada vez que creo que he pintado algo ligeramente original, me doy cuenta de que Blek Le Rat lo hizo mejor, sólo que veinte años antes." Sus obras se han hecho populares al ser visibles en varias ciudades del mundo, especialmente en Londres.
Banksy oculta su identidad real a la prensa general. Muchos periódicos han apuntado que su nombre podría ser Robert Banks o Robin Banks, pero este rumor podría haberse originado a partir de una broma por la similitud fonética entre el nombre "Robin Banks" y "robbing banks" ("robando bancos" en inglés).
Banksy utiliza su arte urbano callejero para promover visiones distintas a las de los grandes medios de comunicación. Esta intención política detrás de su llamado "daño criminal" puede estar influida por los Ad Jammers (movimiento que deformaba imágenes de anuncios publicitarios para cambiar el mensaje).
Banksy también trabaja cobrando para organizaciones benéficas como Greenpeace y para empresas como Puma y MTV, y vende cuadros hasta por 25.000 libras en circuitos comerciales o en la galería de su agente, Steve Lazarides. Un juego de obras de Banksy se vendió en la casa de subastas Sotheby's por 50.400 libras. Esto le ha llevado a ser acusado de vendido por otros artistas y activistas.
Puedes ver una amplia muestra del trabajo de Banksy en el siguiente vídeo:
Julian Beever es un artista británico que se dedica a dibujar con tiza. Ha creado dibujos de tiza en 3D en el pavimento utilizando un método llamado anamorfosis que crea una ilusión óptica. Sus dibujos en las calles desafían las leyes de la perspectiva.
Aparte del arte en tres dimensiones, Beaver pinta murales y réplicas del trabajo de grandes maestros del arte. Usualmente lo contratan para crear murales para compañías. Asimismo se dedica a la publicidad y el marketing. Ha trabajado en el Reino Unido, Bélgica, Francia, Holanda, Alemania, los Estados Unidos, Australia, México, España, Uruguay y Argentina.
A pesar de que crear cada una de sus obras le puede llevar un día completo, normalmente al día siguiente ya han desaparecido, se desvanecen bajo los pies del caminante. Es una forma de arte muy evanescente, y principalmente sobrevive gracias a las fotografías tomadas durante ese instante.
Veamos otra de las asombrosas obras de Julian. Este es un dibujo verdaderamente anamórfico.Desde una posición – que es desde la que se ha tomado esta foto- todo parece normal, excepto (por supuesto) por que la piscina no está realmente ahí. El pie de Julian toca el pavimento, ¡no el agua! Sin embargo, las imágenes anamórficas sufren estiramientos, de modo que mientras que desde un punto de vista particular parecen correctas, desde otra posición parecen muy extrañas y a menudo irreconocibles.
Esta imagen muestra el mismo dibujo, pero en esta ocasión visto desde el lado contrario. Ahora la pierna de la chica parece extraordinariamente alargada y distorsionada. Solo desde el otro lado, donde las líneas se acortan tremendamente a causa de la ilusión óptica, su pierna se ve correctamente.
Reproducido por Grand-illusions.com con permiso del artista.