Este es sobre todo un blog de Ciencias Sociales pero como no creo que se deban hacer compartimentos estancos en el conocimiento, he querido que esté abierto a otros temas en las fronteras de las Humanidades.
Parece que por fin algo se mueve en la sociedad española, que la apatía , el desencanto y la resignación dan paso a un intento por parte de la sociedad civil de hacer oír su voz. Cuando el domingo 15-M veíamos pasar por las calles de nuestras ciudades las primeras manifestaciones era difícil imaginar lo que iba a pasar los días siguientes aunque algunos dicen que quien haya estado atento a lo que se movía en las redes sociales podía verlo venir.
Lo cierto es que la magnitud de lo ocurrido ha pillado descolocados a muchos: partidos políticos, medios de comunicación, sociólogos, analistas políticos... Me encanta esta viñeta de El Roto publicada por el diario El País el 18-M como resumen de la situación:
En el origen del movimiento ha influído sin duda el éxito del libro "Indignaos", de Stéphan Hessel, que ha vendido 400.000 copias en España y dos millones en Francia.
Es difícil saber hasta que punto influirá en la realidad política y social del país este movimiento ciudadano. Habrá que ver cómo se van concretando sus propuestas y cómo se desarrollará en el futuro. En todo caso supone un saludable soplo de aire fresco ante la esclerosis y ensimismamiento de la clase política, económica y mediática.
Éste es el ambiente que se ha vivido estos días en la Plaza del Ayuntamiento de Valencia (rebautizada por los congregados como Plaza 15-M):
José Luis Sampedro es uno de los pocos intelectuales que se ha implicado de alguna manera en el 15-M. Es conocido por sus criticas al sistema económico y social vigente.
En los Urales polares, en la parte occidental de la cordillera, se han descubierto varios centenares de herramientas de piedra de la factura asociada normalmente a los neandertales, pero relativamente recientes: entre 31.000 y 34.000 años de antigüedad, según las dataciones realizadas. El hallazgo apunta hacia una importante novedad de la historia relativamente reciente del Homo sapiens en Europa: tal vez los neandertales, antes de su definitiva extinción, se refugiaron no sólo en el Sur del continente, sino que también pudieron retirarse hacia el Norte, hacia el círculo polar. Estas herramientas halladas en el yacimiento de Byzovaya están asociadas al procesado de mamuts cazados. Las altas latitudes, y esa región de los Urales en concreto, pudieron ser, "el último refugio septentrional de los neadertales", concluyen Ludovid Slimak y sus colegas en la revista Science.
Asimismo investigaciones recientes parecen confirmar que el Homo Sapiens desplazó al neandertal no sólo por su mejor tecnología y adaptabilidad sino que además le superó en número, acaparando los recursos existentes.
En el video que acompaña esta entrada podemos ver una recreación de cómo podrían ser los hogares y oficinas de un futuro quizás muy cercano. Paneles de vidrio interactivos, superfícies que se iluminan, electrodomésticos con pantallas táctiles y conectados a internet...
Sin duda será un mundo en el que estemos permanentemente "conectados", algo que en la práctica ya está ocurriendo. Será un mundo aún más globalizado, con sus ventajas e inconvenientes pero ¿aumentarán o disminuirán las diferencias entre países desarrollados y en vías de desarrollo, entre ricos y pobres? ¿Habremos conseguido sustituir los combustibles fósiles por energías renovables? ¿Frenar el cambio climático y la pérdida de biodiversidad?
Arcimboldo es uno de esos artistas que gozó de éxito y prestigio durante su vida para después caer en el olvido durante largo tiempo. Es sólo desde 1936 que Arcimboldo ha sido revalorizado por la crítica. Antes sus cuadros reposaban en los almacenes de los museos catalogados como de “escuela leonardesca”.
Poeta, filósofo, ingeniero, inventor, apasionado de plantas y de animales raros, Giuseppe Arcimboldo tenía 35 años cuando, en el 1562, dejó a su rica familia para trasladarse a Viena y después a Praga. Primero el emperador Maximiliano II y después su hijo Rodolfo II, fascinados por sus fantásticas “cabezas compuestas”, lo quisieron como pintor de corte. Para la presentación de cada uno de sus cuadros organizaba una recepción a la cual invitaba a los grandes de su tiempo, y también a su “enemigo” Bartholomaeus Spanger, que en el 1575 lo había acompañado a la corte de Viena por recomendación de otro rival suyo, Giambologna.
En cada cuadro, la originalidad de Arcimboldo desplegaba un nuevo muestrario de fantasía, acompañado de una meticulosa muestran de la flora y la fauna del Cinquecento. En una de sus Estaciones (el Verano, realizada, como sus otras obras, con surrealistas rostros humanos obtenidos juntando flores, frutas y verduras), las piezas que componen el “retrato” son 180.
Maximiliano II estaba fascinado en particular con esa obra maestra absoluta que es el Agua, uno de los cuatro Elementos pintados por Arcimboldo en 1566 y conservados hoy en Viena. Es imposible enumerar todas las criaturas del mar que componen la cabeza, una alegoría del agua. Es extraordinaria la armonía que une a todos los animales, a menudo enemigos en la naturaleza y aquí en cambio amansados para simbolizar el dominio del soberano al cual el cuadro está dedicado.
Rodolfo II mandaba a Arcimboldo de gira por Europa para que reuniera piezas raras para su “Gabinete de las maravillas” y al maestro, con la fantasía y la competencia que tenía, la cosa resultaba fácil. También era competencia suya la organización de las fiestas, cada vez más espectaculares, que se sucedían en la corte. Uno de sus máximos triunfos coincidió con las bodas del archiduque de Austria, Carlos, que duraron tres días con “extrañas y raras invenciones” como se lee en una crónica de su época, que “llenaron de estupor a todos los grandes príncipes reunidos”. Para las bodas del archiduque, Arcimboldo movilizó a toda la familia real, diseñando una serie de espectaculares disfraces. Cada uno representaba un papel. Se preparó incluso una colina artificial desde la cual Juno, diosa protectora de las nupcias, descendía en un carro arrastrado por pavos reales, acompañada de los reyes de las tres partes del mundo, Asia, África y América, representadas por otros miembros de la casa real. Y después estaba Europa, sobre la grupa de un caballo disfrazado de toro, seguida por las sirenas y Diana que entraba en escena junto a un unicornio y un grupo de nobles caracterizados como animales salvajes seguidos por las amazonas. Y aún más: de un lago emergía Neptuno, una gigantesca criatura formada, al estilo de Arcimboldo, por una treintena de hombres disfrazados de animales acuáticos.
El 14 de julio de 1575, en Praga, vio la luz Benedetto, hijo natural del pintor. La madre era bellísima pero no noble. El emperador en persona acudió a visitar al recién nacido y firmó el acto de legitimación del mismo. Cinco años más tarde Arcimboldo recibió un título nobiliar, anticipo del prestigioso nombramiento de conde palatino que le fue conferido más tarde. Un día (en 1587) el pintor dijo a su augusto protector: cumplo sesenta años, 26 de los cuales los he pasado en esta corte. Humildemente os pido poder volver a Milán, la ciudad en la que nací. Rodolfo II, sabiendo que en su juventud el artista había realizado los cartones para algunas vidrieras de la catedral de Milán, le respondió: “conozco la Historiasde Santa Catalina de Alejandría en las cuales habéis trabajado. Son bellísimas”. Fue su modo de despedirse agradecido.
Traducido y adaptado a partir de un artículo de Roberto Ricci.